Una de las características más importantes de la Comunidad extremeña tiene que ver con el gran número de espacios naturales que posee, orgullo de todos sus habitantes. El bosque mediterráneo, convertido unas veces en dehesas, y en otras, agreste y salvaje, tanto en las sierras como en gargantas, ríos y zonas verdes, lo que hacen de Extremadura un auténtico paraíso natural.
Muchas de estas zonas, dada su extraordinaria importancia, tanto por su flora como por su fauna han sido declarados Espacios Naturales Protegidos o Parques Naturales. En Extremadura existen dos Parques Naturales, el Parque Natural de Monfragüe y el de Cornalvo. La Garganta de los Infiernos, en pleno Valle del Jerte (Cáceres). Declarada Reserva Natural en 1994. La Sierra de Gata fue reconocida por ADENEX en 1.988 como Reserva Biológica, pues su situación geográfica permite la distribución del buitre negro por Portugal y Castilla y León. Otro atractivo espacio natural debido por su exhuberante vegetación es la Reserva Nacional del Cíjara. Otra área de gran importancia para las aves es la denominada “Tajo Internacional”, que se corresponde con el Embalse de Cedillo (Tajo) y sus afluentes el Salor y el Erjas.